Capítulo 38

Después de unos días, la pierna de Thiago ya estaba casi del todo bien. Manuel y Agustina estaban cada vez más cerca, y las sospechas de que algo pasaba entre ellos dos ya eran certezas. Por supuesto que nunca lo habían admitido. Pero ya parecía molestarles cada vez menos cuando se hablaba del tema. Ese día, después del almuerzo, Thiago convenció a Oriana de que lo acompañe a caminar. Estaba aburrido de estar tan quieto. Bruno y Francesca también quisieron ir. Agustina se negó y Manuel también lo hizo. Solo que no era por las mismas razones que ella. Era porque esta vez él tenía un plan bastante diferente.

Unos minutos después de que se fueran, Agustina estaba en la entrada de la casa. Manuel se paró en la puerta de la casa sin que ella lo viera y respiró profundo, como si juntara valor

Manu: Agus, podemos hablar?

Agus: si, que pasa?

Manu: todos estos días en los que estoy tan cerca tuyo me hacen demasiado bien, aunque sean minutos. Vos me haces bien. Me haces olvidar de todo por un rato. Nunca me pasó algo así, nunca lo sentí

Agustina lo miraba sonriendo y con los ojos luminosos

Agus: a mí tampoco. Y no sabes lo que me alegra que sea por vos

Y después de charlar un rato, Manuel por fin tomó valor para hacerle la gran pregunta

Manu: Agus, querés ser mi novia?

Agus: obvio que quiero

Manuel la besó con mucha ternura. Pero no tardaron mucho en separarse

Ori: nos pueden explicar de qué nos perdimos?

Pero ninguno de los dos contestó. Se sentían demasiado avergonzados

Bruno: si, cuenten ahora

Agus: yo no pienso explicarles nada – dijo entrando a la casa

Manuel los miró y después de unos segundos recién habló

Manu: porque volvieron tan rápido?

Ori: a vos se te pasó rápido, nosotros fuimos al parque de siempre

Bruno: o mejor dicho a ustedes. Veo que estaban entretenidos

Fran: vos tampoco pensás contar nada?

Manu: no. Si ella no les quiso contar, no les voy a contar yo - dijo entrando a la casa