Resistencia

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domingo, 22 de febrero de 2015

Capítulo 45

Al despertar a la mañana siguiente Manuel y Agustina fueron al supermercado a comprar comida y otras cosas que necesitaban. Pero no porque ellos quisieran, sino porque los obligaron a hacerlo. Así que después de quejarse por un rato no les quedó más que ir.
Llegaron al mercado con una lista larguísima de cosas que hacían falta y decidieron separarse para hacer más rápido. Cuando se volvieron a encontrar, Manuel no paraba de reír
Agus: de que te reis? Qué pasó?
Pero Manuel no podía ni respirar
Agus: Ei! Que hiciste?
Pero Manuel seguía sin contestar por reírse y Agustina comenzó a reír también. Cuando él logró calmarse, respiró profundo
Agus: ahora si me podés contar?
Manu: venía trayendo el carrito y cuando doble en una góndola atropellé a una vieja
Los dos comenzaron a reír todavía más fuerte y sin poder parar. Estaban literalmente llorando de la risa. La gente que pasaba por al lado de ellos los miraba extrañada.
Agus: le pediste perdón por lo menos?
Manu: no me entiende, además creo que se enojó
Ambos empezaron a reír nuevamente
Agus: espero que no nos la crucemos más. Vamos a buscar lo demás que nos falta poco
Manu: vamos
Cuando llego su turno en la caja, Manuel hacia esfuerzo para intentar entender lo que le decía el cajero, ya que él tenía que pagarle. Manuel la miró a Agustina, quien intentaba ocultar la risa. Se repartieron las bolsas para llevarlas y emprendieron el regreso
Manu: de que te reías?
Agus: de vos
Manu: que viva, le hubieras pagado vos
Agus: y porque no te fijaste en la pantalla de la computadora?
Manuel comenzó a reír
Manu: porqué no me avisas antes?
Agus: porque si te abría la boca en ese momento era para reírme y el de la caja iba a pensar que me reía de él. No me quería ganar dos enemigos en un mismo día
Ambos rieron
Manu: no la choqué a propósito, te juro que no la vi
Agus: si te creo. Pero igual me causa gracia
Manu: podes llevar las bolsas? Si no dámelas
Agus: no, está bien. Vos ya tenés dos en cada mano, te vas a hacer mal. Encima agarraste las más pesadas
Manu: no iba a dejar que las lleves, Agus
Thiago estaba cocinando y Oriana estaba con él en la cocina
Ori: Manu les contó anoche?
Thiago: si, vos ya lo sabias no?
Ori: si, me había contado Agus la noche anterior
Thiago: Agus te contó? Qué raro
Ori: bueno, en realidad no fue tan así
Thiago: ya me parecía raro que salga de ella
Ori: y al final lo logramos
Thiago: que logramos?
Ori: unirlos, como habíamos dicho en el viaje
Thiago: no creo que igual hayamos tenido mucho que ver
Ori: la verdad que no
Ambos rieron
Ori: per bueno, están juntos
Thiago: si, y aunque nos quejemos de que molesten les debemos mucho. Tenían lo nuestro tan planeado que asusta
Ori: si, la verdad que no sé cómo hacen. Y no sé qué hubiéramos hecho sin ellos
Thiago: yo creo que solo nos hubiera costado más, o llevado más tiempo. Pero tarde o temprano íbamos a terminar juntos. Me gustaste desde el primer momento en que te vi
Ori: vos a mí también. Agus debió haber estado cansada de escucharme hablar de vos
Thiago: yo no les hablaba de eso a Manuel y a Bruno porque tenía miedo de que te lo dijeran y yo quedara como un tarado. Pero ahora ya no me importa nada porque estamos juntos y te amo
Ori: no! Porque ibas a quedar como un tarado?
Thiago: porque yo nunca me imaginé que vos gustabas de mí. Esas cosas solamente pasaban en mis sueños. Más cerca estábamos los seis, más te conocía y más me gustabas
Oriana lo miró unos segundos, no podía creer lo bueno que era
Ori: yo no lo podía creer. Y sigo sin creerlo. Mira lo que sos

Thiago rió, soltó lo que estaba haciendo y tomándola de la cintura la besó

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