Manuel y Agustina entraron a la cocina y no dejaban de reír.
Manu: ay chicos! A que no adivinan que! Tengo novio – decía imitando la voz de una mujer
Bruno entra en la cocina siguiendo el juego de Manuel
Manu: se camufla de noche y todo!
Bruno: estamos re enamorados – decía burlona y sarcásticamente
Los tres comenzaron a reír otra vez. Thiago y Oriana los miraban avergonzados y con algo de enojo.
Ori: se puede saber que hacían ahí?
Agus: no, la verdad que no
Bruno: veníamos a compartir nuestro espíritu navideño con ustedes – bromeó
Manu: si, igual no hace falta que interrumpan lo suyo por nosotros. No nos molesta para nada
Thiago: no, ya veo. La que faltaba era que escuchen atrás de las puertas
Agus: nosotros? Escuchando atrás de la puertas?
Manu: imposible
Bruno: nunca jamás
Manu: estábamos revisando los picaportes de las puertas de la casa.
Agus: es que el negro se quedó encerrado en el baño y queríamos asegurarnos de que no pasara de nuevo
Ninguno de los tres aguanto más la risa y ya era imposible pararlos.
Manuel logro calmarse un poco
Manu: Ori, adonde tenes cosquillas?
Empezaron a reírse de nuevo
Ori: los odio!! No pueden ser así
Agus: así como? – pregunto haciéndose la desentendida
Ori: insoportables, metidos, infantiles… quieren que siga?
Los tres seguían riendo
Agus: bueno, nos vamos si quieren
Thiago: si, la verdad que si
Los tres formaron una fila y se retiraron de la cocina, todavía riendo.
Llego la hora de la cena y Thiago y Oriana llevaron la comida a la mesa. Todavía estaban avergonzados del incidente anterior.
Fran: y ustedes tres porque se miran así? – dijo dirigiéndose Agustina, Manuel y Bruno
Agus: no, por nada. Es que…
Bruno: …interrumpimos una situación que no debíamos
Fran: que pasó? De que me perdí? Cuéntenme ahora!
Manuel: que te cuente la parejita que tenés enfrente
Agus: si, la verdad que no nos corresponde a nosotros
Ori: lo que pasó en la cocina, se queda en la cocina.
Thiago: seguimos enojados con ustedes tres
Fran: dale! Que malos que son! Yo también quiero saber
Ori: prefiero no hablar de eso, y menos con estos tres acá
Agus: “estos” tienen nombre
Thiago: los insoportables
Agus: Rubio, vos dejá de hacerte el loco
Ori: Agustina!
Agus: que!
Ori: no seas mala
Agus: y vos no me digas Agustina!
Bruno: la pueden cortar?
Agus: ella la empezó!
Ori: bueno, ahora la termino.
Agus: miedo – dijo riendo
Fran: o sea que no me van a contar?
Ori: no! Era un momento nuestro! No tendrían por qué haber estado ahí!
Bruno: yo te cuento si querés
Thiago: vos no le contás nada
Agus: una más, una menos. Que les hace?
Manu: tendríamos más película romántica si no fuera porque el negro se empezó a reír
Agus: exacto
Bruno: yo?!
Ori: perdón pero yo escuché tres risas, no una. Dejen de echarle la culpa por todo a él
Bruno: Gracias. Cuando no Agustina y Manuel complotándose
Fran: sí, para mí que ahí…
Manuel: ahí que!
Agus: listo colorada, ahora no te contamos nada
Fran: no! Pero no se enojen! Yo decía nada más!
Los seis comenzaron a reír
Ori: Thi, me pasas la gaseosa?
Thiago: Si linda, ya te la alcanzo
Manu: si Thi! Yo también quiero la gaseosa!
Ori: Manuel cortala!!
Todos se tentaron, hasta Oriana. La noche transcurrió entre muchas más risas, charlas profundas, y por supuesto, más bromas. Aunque estas no eran del agrado de todos, tarde o temprano los hacían reír,
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