Capítulo 26

Pero antes de que terminaran de hablar Manuel y Agustina abrieron la puerta

Manu: yo escuche un “te amo” y de los dos. Yo digo que los dejemos salir – dijo mirando a Agustina

Agus: Yo igual. Salgan si quieren, o no

Ori: otra vez escuchando atrás de las puertas?

Thiago: son dos pendejos!

Agus: Bajen el tonito que si no fuera por nosotros todavía estarían sin hablarse

Manu: exactamente

Thiago: pero eso no les da derecho a escuchar nuestras conversaciones!

Manu: bueno, tendrían que agradecernos en lugar de retarnos

Agus: si, que para eso vuelvo a mi casa

Manu: y? van a salir o se quedan acá?

Thiago: afuera o adentro van a seguir escuchando lo que hablamos

Manu: y pero si no como íbamos a saber si abrirles o no

Ori: podíamos avisarles

Agus: y como les creíamos? Se podrían haber puesto de acuerdo para que les abramos sin haber hablado

Thiago: no, porque yo no iba a dejar que se fuera esta vez, no metan excusas

Ori: si, porque los conocemos demasiado

Manu: bueno, ahora les vamos a ir a contar al negro y a la colo que se reconciliaron

Ori: paren, quien dijo que yo lo perdoné?

Thiago: que?! – dijo asustado

Ori: era broma – dijo y lo besó

Manu: Ei paren!

Agus: si! Que para eso los encerramos de nuevo

Los cuatro rieron y fueron afuera donde estaban Bruno y Francesca sentados en unos troncos que había en la arena en el frente de la casa

Bruno: veo que otra vez su plan volvió a funcionar

Agus: obvio negro.

Manu: nuestros planes siempre funcionan

Los cuatro se sentaron con Bruno y Francesca. Después de un rato Agustina se fue y entró a la casa. Manuel era el único que estaba sentado de frente a la casa, ya que a los demás les quedaba de espaldas por la ubicación de los troncos. Agustina después de un rato se asomó por la puerta y le hizo unas señas a Manuel, que entendíó todo de inmediato. Otro de sus planes estaba en marcha y esta vez tenía cuatro víctimas.